Crónica de las Jornadas de Málaga, por Javier Velasco-Arias

XXVIII Jornadas de la ABE: «¿Ni judío ni griego? El cristianismo como nueva forma de vida»>

Este año, antes de comenzar el curso escolar (28 al 31 de agosto), hemos tenido nuestra cita anual, en esta ocasión en Málaga, un centenar de miembros de la Asociación Bíblica Española, en un clima de estudio, colaboración y cordialidad.

Las tres grandes ponencias han girado alrededor del título de las Jornadas: «¿Ni judío ni griego? El cristianismo como nueva forma de vida». Después de la bienvenida y presentación de las Jornadas, por parte de la directora de la Asociación, Carmen Bernabé, comenzaron propiamente los trabajos, cada día iniciados por cada una de las tres conferencias y continuadas por los diversos Seminarios y otras actividades complementarias.

XXVIII Jornadas de la ABE: «¿Ni judío ni griego? El cristianismo como nueva forma de vida»>

Este año, antes de comenzar el curso escolar (28 al 31 de agosto), hemos tenido nuestra cita anual, en esta ocasión en Málaga, un centenar de miembros de la Asociación Bíblica Española, en un clima de estudio, colaboración y cordialidad.

Las tres grandes ponencias han girado alrededor del título de las Jornadas: «¿Ni judío ni griego? El cristianismo como nueva forma de vida». Después de la bienvenida y presentación de las Jornadas, por parte de la directora de la Asociación, Carmen Bernabé, comenzaron propiamente los trabajos, cada día iniciados por cada una de las tres conferencias y continuadas por los diversos Seminarios y otras actividades complementarias.

• Primera ponencia: «Earliest Expressions of a Discrete Group-Formation among Jesus-Believers» (Primeras expresiones de la formación de un grupo distintivo entre los creyentes en Jesús), a cargo del Prof. Larry W. Hurtado (Universidad de Edimburgo).
Desde los primeros escritos neotestamentarios encontramos expresiones, auto-designaciones que pretenden identificar el movimiento de Jesús, marcando diferencias con otros grupos judíos o no-judíos.

I. Auto-designaciones verbales.
Las auto-designaciones reivindican una identidad diferenciadora con respecto a otros colectivos.
   1. Hermanos (y hermanas)
Este término es el más utilizado en los escritos del Nuevo Testamento: unas 271 veces. Implica una relación de intimidad, en la que se saltan fronteras étnicas e indica relaciones de familiaridad en el interior del grupo.
   2. Creyentes
«Creyentes» es la expresión segunda en número de apariciones: 79. El uso de esta palabra se convierte en un término interno de designación de los miembros del movimiento cristiano primitivo. Comenta el ponente que funciona como una forma de «construcción de frontera», comparable al modo en el que la circuncisión funcionaba en la antigua tradición judía.
   3. Los santos
La auto-designación «los santos» es utilizada 60 veces en el NT. Un término que, como lo anteriores, pretende distinguir claramente a los creyentes de los no-creyentes.
   4. La asamblea (ἐκκλησία)
La palabra ἐκκλησία la encontramos en 114 ocasiones en los escritos del NT, también presente más de 100 veces en la LXX. La elección de este vocablo seguramente –afirma el profesor Hurtado– busca marcar distancias con la comunidad judía más amplia, en la cual el término «sinagoga» (συναγωγῇ) era preferido. Además de indicar una comunidad sin fronteras étnicas.

II. Evidencia ritual
Los rituales expresan, también, identidad y demarcación de fronteras con respecto a los que no pertenecen al grupo.
   1. El Bautismo – ritual de iniciación
Es una iniciación ritual (una sola vez), que se distingue tanto de los lavatorios rituales romanos como de los judíos (que se realizan en diferentes ocasiones).
Conllevaba exclusividad cúltica.
   2. La comida comunitaria
Estas comidas, la «cena del Señor», en el lenguaje paulino, son incompatibles con las comidas cúlticas de las divinidades paganas. Se asocian con la muerte redentora de Jesús y expresan tanto la solidaridad grupal como su identidad.
   3. Confesión y aclamación
La invocación – aclamación de Jesús como «Señor», inicialmente como práctica ritual asociada al bautismo, se extiende a otras acciones cúlticas.
   4. Oración
La oración también será una nota identitaria: orar «en nombre de Jesús». Jesús como el fundamento distintivo de la oración cristiana.

III. Creencias centrales La confesión ritual de Jesús como «Señor»; la creencia de que Dios lo ha resucitado de la muerte; la íntima ligazón de Jesús con Dios; la confesión de fe… son una manera particular de expresar la propia pertenencia a la ἐκκλησία. La aparición del «cristianismo» como una religión diferente, en particular del «judaísmo», parece haber sido más un proceso que un acontecimiento, y que se realizó a diferentes velocidades y de diversos modos en diferentes lugares.

• Segunda ponencia: «El Imperio romano frente a los primeros cristianos. Fórmulas rituales para la identificación de la alteridad», a cargo de Fernando Lozano Gómez (Universidad de Sevilla).

a) La identidad religiosa romana Tiene una plasmación escrita débil, frente a otras religiones. Varrón y Cicerón son algunos de los pocos autores que rompen con este axioma. El ponente presenta una selección de textos, en los que aparece esta identidad.

b) Variedad de cultos: «tolerancia religiosa» La diversidad religiosa presente en el Imperio es fruto más que de la tolerancia religiosa, de indiferencia ante unos cultos migrantes, de esclavos o de no-ciudadanos romanos. Existía la religión romana, la del Imperio, la única auténtica y la del resto, tolerada.

c) Transformaciones Progresivamente aparece el fenómeno de la apropiación de divinidades de otros pueblos, como, por ejemplo, de los cultos mistéricos. Al mismo tiempo, cada vez más va surgiendo la progresiva deificación del emperador.

d) Excepciones a la «tolerancia» Hay «cultos» que producen repugnancia o recelo al mundo romano y serán prohibidos: sacrificios humanos, canibalismo, ateísmo y sociedades secretas. El culto imperial acaba convirtiéndose en obligatorio, que define a los buenos súbditos y los que no lo son. Este culto se convierte en marca de sumisión a Roma.

e) Plinio y los cristianos. La epístola de Plinio a Trajano y la respuesta de éste nos proporcionan un testimonio importantísimo de cómo son vistos los cristianos por el Imperio, al menos en la época de este emperador. Los cristianos son considerados impíos y subversivos. Los «libelos» marcaban la identificación del súbdito fiel del que no lo era. En nuestro caso los cristianos al negarse a sacrificar y, por tanto, no recibir el libelo, son considerados súbditos no fieles.

• Tercera ponencia: «El Cristianismo primitivo como mestizaje cultural. Primer round: apropiación de la Escritura (caso Justino)», a cargo de Fernando Rivas Rebaque (Universidad Pontificia de Comillas, Madrid).

1. Mestizaje cultural El mestizaje cultural es el fenómeno resultante del encuentro, interacción, intercambio y apropiación de tradiciones, prácticas, creencias, conductas sociales entre diferentes pueblos, sociedades o etnias.

   1.1. Condiciones que favorecen el mestizaje cultural Hay dos espacios geográficos y un elemento temporal que potencian especialmente los procesos de mestizaje: las fronteras entre países o pueblos, las grandes ciudades y los momentos de crisis. Comercio, tránsito de personas, multitudes en contacto favorecen este mestizaje. De forma similar, las crisis, sobre todo de valores y tradiciones, auspician la adopción de comportamientos diferentes a los heredados e innovaciones culturales.

   1.2. Reacciones habituales ante el mestizaje cultural Las mayorías tienden a la exclusión o a la asimilación, mientras que las minorías suelen ser marginadas pero, también, pueden presentar una resistencia creativa.

2. El cristianismo primitivo como mestizaje cultural

   2.1. Condiciones que favorecen el mestizaje cultural en el cristianismo primitivo El cristianismo nace como un movimiento escindido dentro de las diferentes corrientes judías existentes en el siglo I, pero adquirirá muy pronto una identidad propia

     a) Externas:

         1) Mundo mediterráneo: donde se compartían, a pesar de las peculiaridades locales, una serie de valores, normas e instituciones comunes.

         2) Alejandro Magno – Imperio romano (oikouméne): unificación política y cultural.

         3) Proyecto cultural globalizador (paideia): la puesta en marcha de una cultura común con pretensiones universales.

     b) Internas:

         1) Composición étnica: las corrientes cristianas con más capacidad de mestizaje (social, teológico, ritual) son las que tendrán un mayor crecimiento, mientras que las comunidades que se mantuvieron más «puras y sin mezcla» quedarán muy pronto reducidas a guetos.

         2) Movimiento urbano: las grandes ciudades son uno de los contextos más propicios a la hibridación.

         3) Sectores sociales más insatisfechos: el movimiento cristiano consiguió una parte importante de sus adeptos entre los sectores sociales más insatisfechos y más deseosos de cambio.

         4) Movimiento con pretensiones universalistas, frente a cualquier posición localista, además de un movimiento interétnico e interclasista.

   2.2. Reacciones frente al mestizaje cultural dentro del cristianismo primitivo

     a) Derecho a la diferencia, resistencia creativa: Gran Iglesia

     b) Clausura nostálgica en los orígenes: Judeocristianismo, Montanismo

     c) Superintegración: Gnósticos, Marción

   2.3. Algunas expresiones de este mestizaje cultural en el cristianismo primitivo

     a) Rituales comunitarios: una curiosa mezcla de elementos judíos y helenísticos en la eucaristía; más adelante el bautismo se irá enriqueciendo con las aportaciones de los cultos mistéricos; lugares de culto, etc.

    b) Estructuras organizativas comunitarias: lenguaje y estructuras que sacralizan expresiones y roles que en la cultura judía o helenística no tenían necesariamente un sentido religioso, en ocasiones totalmente ausente.

3. Mestizaje cultural del cristianismo primitivo relacionado con la Escritura.

   1) Opción por la Escritura judía en su texto griego (LXX). En conexión con la creciente mayoría gentil del movimiento cristiano.

   2) Formación de un corpus de escritos propios (NT), colocado en paralelo e igualdad a las Escrituras judías.

   3) Distintas posiciones ante esta realidad, pero asumido por la Gran Iglesia.

   4) Inmensa tarea tanto exegética como teológica de mestizaje cultural. 4. Apropiación de la Escritura por parte de los cristianos: caso Justino.

     4.1. Algunos presupuestos del proyecto de apropiación de las Escrituras por parte de los cristianos (y la exclusión de los judíos) de Justino

         a) Los cristianos, únicos herederos legítimos y verdaderos intérpretes de los textos sagrados.

         b) La comprensión de los textos sagrados es considerada como parte del regalo escatológico.

     4.2. Estrategias literarias y retóricas utilizadas en este proyecto de apropiación de la Escritura por parte cristiana, en Justino Para llegar a cabo este proyecto de apropiación de la Escritura por parte cristiana, y la consiguiente exclusión de la misma de los judíos, Justino utilizó una serie de estrategias literarias y retóricas entre las que destacamos cuatro:

         a) Adición, supresión o modificación de elementos escriturísticos.

         b) Inserción de fragmentos tomados de textos pretendidamente canónicos.

         c) Interpretaciones diferentes y (en ocasiones) contrapuestas y conflictivas.

         d) Promoción/disminución del protagonismo de ciertos personajes bíblicos. Algunas de estas estrategias no son buscadas por el propio Justino, sino que pertenecen a su propio método exegético, ya que en la mayoría de los casos Justino no tenía acceso a los manuscritos completos de los libros bíblicos, sino que manejaba una antología cristiana de textos probatorios o testimonia sobre Jesucristo.

Una de las particularidades más notables del cristianismo primitivo es su obsesión inculturadora por traducir la Escritura a la lengua vernácula de los diferentes países a donde llegó la nueva fe (griego, latín, siriaco, copto, armenio…), incluso en caso de no existir lenguaje escrito lo creó para así poder recibir la Palabra, porque lo sagrado no era la Escritura, sino la Palabra de Dios que por ella hablaba.

Además de las tres ponencias, hemos de señalar el trabajo intenso y productivo de todos los seminarios que funcionaron durante las Jornadas: Antiguo Testamento; Orígenes del Cristianismo; Evangelios y Antiguo Testamento; y Biblia y Pastoral.