XXVII Jornadas de la ABE: «Justicia y misericordia divina en el Antiguo Testamento»
Javier Velasco-Arias .
Ávila ha sido el escenario de las XVII Jornadas de la Asociación Bíblica Española (ABE), del 29 de agosto al 1 de septiembre.
El marco temático lo ha configurado el Año Jubilar de la Misericordia que estamos celebrando, con el tema general: «Justicia y misericordia divina en el Antiguo Testamento».
Las Jornadas propiamente comenzaron el día 30, siendo el 29 de llegada y acogida de los participantes. Y durante los tres días intensos que han durado, cada jornada ha estado encabezada por una ponencia diferente, que ha desplegado la temática del encuentro.
Comenzaron las Jornadas con la bienvenida de Santiago Guijarro, director de la ABE; bienvenida que hice extensiva Mns. Jesús García Burillo, obispo de Ávila, que nos honró con su presencia y alabó el trabajo, al servicio de la Palabra de Dios, que está realizando la asociación.
Las ponencias fueron:
Primera ponencia: «La fórmula de gracia, el Libro de los Doce y la ira de Jonás», a cargo del Prof. Enrique Sanz Giménez-Rico (Universidad Pontificia de Comillas, Madrid).
Comenzó citando la Bula de convocatoria del Año Jubilar de la Misericordia, Misericordiae Vultus: «Misericordia es la palabra que revela el misterio de la Santísima Trinidad. Misericordia: es el acto último y supremo con el cual Dios viene a nuestro encuentro. Misericordia: es la ley fundamental que habita en el corazón de cada persona cuando mira con ojos sinceros al hermano que encuentra en el camino de la vida. Misericordia: es la vía que une Dios y el hombre, porque abre el corazón a la esperanza de ser amados no obstante el límite de nuestro pecado» (MV 2).
Continuando con algunas citas breves sobre la misericordia en diversos autores, que encuadraron la temática de la conferencia: compasión y misericordia en el AT; la fórmula de gracia y el Libro de los Doce Profetas; y Jonás, la ira de Dios y su misericordia.
a) El becerro de oro: Ex 32-34
– Dios libera a su pueblo (Ex 1-14) para entrar en relación con él (Ex 19) y conducirlo a la tierra prometida.
– El Decálogo y resto de preceptos, y la construcción del santuario son la expresión de la correspondencia entre liberación y relación (Ex 1-19).
– ¿El pecado de Israel puede destruir el deseo y la determinación de Dios?
– En este dilema cobra una especial importancia la decisiva intervención de Moisés.
– Aunque, inmediatamente, se pasa de la iniciativa de Moisés a la acción completa de Dios: gloria, grandeza, bondad, nombre… ser de Dios.
– La palabra misericordia expresa el actuar de Dios hacia la Humanidad: «que mantiene su amor a mil generaciones // que perdona la iniquidad, la maldad y el pecado» (Ex 34,7).
b) La Gnadenformel y el Libro de los Doce
– El punto de partida es la autonomía del Libro y el proyecto teológico de los editores.
– Jonás es central dentro del Libro de los Doce, donde se plantea la relación entre fórmula de gracia y mediación. El papel de Jonás es similar al de Moisés, aunque su forma de actuar es contraria.
– La ira de Dios no es su última palabra.
– Jonás es presentado como ¿«anti-Moisés» y «anti-Dios»?
– Varios temas están presentes en el libro que recuerdan las narraciones del Éxodo y lo presentan como un relato abierto: Jonás y el Faraón de Egipto; Jonás y la ira de Dios; ser como Dios, «lento a la cólera y rico en misericordia».
Una conclusión clara es que la ira sólo pertenece a Dios, sólo Él puede convertirla en misericordia.
Segunda ponencia: «”El ser humano se compadece de su prójimo; el Señor, de todo viviente” (sir 18,13ab). La misericordia en el Sirácida», a cargo de la Prof. Núria Calduch-Benages (Pontifica Universidad Gregoriana, Roma).
Comenzó su conferencia citando al Quijote: «Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable (digno de conmiseración), sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque aunque los atributos de Dios todos son iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia» (II,42).
Después de hacer un breve recorrido por el status quaestiones, pasó a hablar de…
a) La misericordia humana
Citó y comentó diversos textos del libro de Ben Sira sobre la cuestión:
– «La compasión (eleos) del ser humano alcanza a su prójimo; la del Señor, a todo viviente (epi pasan sarka)» (Sir 18,13ab).
– «Si una persona no se compadece (ouk echei eleos) de su semejante, ¿cómo se atreve a suplicar (se sobreentiende a Dios) por sus propios pecados?» (Sir 28,4).
– «El que practica la misericordia (ho poion eleos) presta a su prójimo y el que acude en su ayuda guarda los mandamientos» (Sir 29,1).
– Los «hombres de bien» (Sir 44,10: ’anše chesed / andras endoxous).
– «¿Quién compadece (yuchan / eleesei) al encantador mordido o al que se acerca a bestias feroces? Pues lo mismo al que se junta con el arrogante y se mancha con sus delitos» (Sir 12,13-14).
b) La misericordia divina
Desarrolló diversos aspectos de esta misericordia que presenta el libro del Ben Sira.
• Misericordia y temor del Señor
Sir 2,7-9
7a Los que teméis al Señor, aguardad su misericordia,
7b y no os desviéis, para no caer.
8a Los que teméis al Señor, confiad en Él,
8b que no se perderá vuestro salario.
9a Los que teméis al Señor, esperad bienes,
9b gozo duradero y misericordia
– Los que temen al Señor son llamados a Él y a confiar en su misericordia.
– La versión siriaca traduce, en vez de misericordia, salvación.
• Misericordia, perdón y salvación
– Tema recurrente en este libro sapiencial.
Sir 2,10-11
10a Fijaos en las generaciones antiguas y ved:
10b ¿Quién confió en el Señor y quedó defraudado?
10c ¿Quién permaneció en su temor y fue abandonado?
10d ¿Quién le invocó y fue desatendido?
11a Porque el Señor es compasivo y misericordioso,
11b perdona los pecados y salva en tiempo de tribulación.
• Misericordia y justicia
– Dos caras de la misma moneda.
Sir 5,1-8
1a No confíes en tu riqueza,
1b ni digas: «El poder está en mi mano».
1c No confíes en tu fuerza
1d para caminar tras aquello que deseas.
2a No te dejes llevar por (lit.: no vayas tras) tu corazón y tus ojos
2b para caminar tras malos deseos.
3a No digas: «¿Quién me podrá?»,
3b porque el Señor te exigirá cuentas (lit.: da alcance a lo que huye).
4a No digas: «He pecado, y ¿qué me ha pasado? ¡Nada!»,
4b porque Dios es lento a la ira.
4c No digas: «El Señor es misericordioso
4d y borra todas mis culpas».
5a No confíes en el perdón,
5b para amontonar culpa sobre culpa,
6a diciendo: «Su misericordia es grande,
6b perdonará mis muchas culpas»;
6c pues misericordia e ira están con él,
6d y sobre los malvados recae su furor.
7a No tardes en volverte a él,
7b ni lo pospongas de un día para otro,
7c porque su cólera estalla de repente,
7d y el día de la venganza perecerás.
8a No confíes en riquezas engañosas,
8b pues de nada sirven el día de la ira.
– Ira, furor, cólera, venganza: expresiones que describen la justicia divina.
– Se desprende la urgencia de la conversión.
– De forma similar en Sir 16,11-14, donde aparece un Dios con infinita misericordia pero, al mismo tiempo, muy severo: «Tan grande como su misericordia es su castigo» (v. 12a).
• Misericordia y fragilidad humana
Si 18,8-14
– Carácter temporal y caduco del existir humano: necesidad de la misericordia divina (cf. Sab 11,23-24).
– La misericordia de Dios no es ciega, no ignora la responsabilidad humana.
• Misericordia y oración
Sir 35,25-26; 36,1: dos ejemplos de plegaria.
– En la oración también se hace presente la misericordia divina.
– 36,1: Sálvanos (H) / Ten misericordia de nosotros, Señor (G), Dios del universo
– Hay una confianza filial en la acción misericordiosa de Dios.
Conclusión:
– En el Sirácida hay un equilibrio entre justicia y misericordia divinas.
– Misericordia relacionada con el temor de Dios, el perdón, la salvación, la justicia, la fragilidad humana y la plegaria.
– Una misericordia presentada en una variedad de géneros literarios.
Tercera ponencia: «El rostro de Dios justo y misericordioso en el Salterio», a cargo del Prof. Eleuterio R. Ruiz (Pontificia Universidad Católica Argentina de Santa María, Buenos Aires).
El profesor Eleuterio nos invita a un recorrido por los diversos libros del Salterio a descubrir la presencia continua de un Dios justo y misericordioso, así como la invitación constante a vivir esta misericordia.
– Sal 7: donde encontramos una petición de salvación, declarando la propia inocencia, frente a los perseguidores; desde una perspectiva de confianza.
– En Sal 9-10, Dios es presentado como juez justo (9,5.8.12); al que se le invoca para que se levante (9,20; 10,12) para hacer justicia (9,9.17.20; 10,14.15b.18a). Dios es visto como guerrero (9,4.6.7.21; 10,12.15); “Vengador de sangre” de los pobres (דרשׁ דמים, 9,13). Donde también está presente la dimensión escatológica (9,8-9).
– Sal 40:
10 He proclamado la justicia en la gran asamblea;
mira, no he cerrado mis labios, tú lo sabes, Yhwh.
11 No he escondido tu justicia dentro de mi corazón,
he anunciado tu fidelidad y tu salvación,
no he ocultado tu amor (חַסְדְךָ) y tu verdad a la gran asamblea.
12 Tú, Yhwh, no me cerrarás tu misericordia (רַחֲמֶיךָ);
tu amor (חַסְדְּךָ) y tu verdad siempre me guardarán.
Confianza en la misericordia divina, en su amor fiel y auténtico.
– Sal 51:
3 ¡Ten piedad de mí (חנן), oh Dios, según tu amor (חסד),
según tu gran misericordia (רחמים), borra mis faltas!
6b para que aparezcas como justo cuando hables,
como impecable cuando juzgues
16 ¡Líbrame de la sangre, Dios,
Dios de mi salvación,
y mi lengua exalte tu justicia!
Presenta la justicia salvífica de Dios, expresión de su amor misericordioso.
– En el tercer libro de los Salmos volvemos a encontrar continuas referencias tanto a la justicia divina como a su misericordia (cf. Sal 73-78).
– Sal 78:
a) La Torá como don de Dios a Israel (1-8)
b) Castigo de Efraim por no cumplir la alianza y no recordar (9-16)
c) Pecado y castigo de Israel en el desierto (17-31)
d) Falso arrepentimiento y pecado – misericordia divina (32-39)
c’) Pecado de Israel en el desierto; Dios golpea a los enemigos (40-55)
b’) Castigo de Israel/Efraín y rechazo del santuario de Siló (56-67)
a’) David como don de Dios a Israel (68-72).
Un perdón cargado de paciencia, ante la debilidad humana (vv. 38-39).
– En el libro cuarto subrayó el Sal 103, en el que encontramos un equilibrio entre justicia y misericordia.
– Si Dios no pusiese límites al castigo, no habría ser humano que lo pudiese soportar.
– Tanto el pecado como el perdón, el orante los comparte con el pueblo y con la humanidad en general.
– Ya en el libro quinto destacó los salmos 130 y 145: oración, alabanza, perdón, confianza, esperanza… son elementos presentes en estas composiciones.
Conclusiones:
– En el Salterio descubrimos un Dios justo y misericordioso, protector de los pobres, Padre, médico, rey salvífico…
– Con una mirada histórica y una proyección universal.
– Los sujetos de la misericordia.
Además de las tres ponencias, hemos de señalar el trabajo intenso y productivo de todos los seminarios que funcionaron durante las Jornadas: Antiguo Testamento; Orígenes del Cristianismo; Antiguo Testamento en el Nuevo Testamento; Biblia y Pastoral; y Biblia y Antiguo Oriente.
En la Asamblea de socios se aprobó el acta de las anteriores Jornadas de Tarragona, se presentó informe de la marcha de la asociación, de las publicaciones, de una manera especial de los manuales, etc., el informe de secretaría, las nuevas incorporaciones, etc.
Cabe señalar especialmente la votación y el nombramiento de la nueva Junta directiva de la ABE: dirección: Carmen Bernabé, de la Facultad de Deusto; subdirección: Juan Chapa, de la Facultad de Teología de Navarra; secretaría: Lorenzo de Santos, del Instituto Superior de Pastoral – UPSA; vocales: Carmen Yebra, de la Pontificia de Salamanca; Alberto de Mingo, del Alfonsianum de Roma, Carlos Gil, de la Universidad de Deusto; y Álvaro Pereira, del CET Sevilla.