“Del miedo al amor, del amor al temor del Señor. Sentido genuino del “temor del Señor” a la luz de la revelación bíblica”: Teología y Catequesis 126 (2013) 29-56.

El «temor del Señor» tiene una importancia grande en toda la Escritura, en particular en el AT, en cuanto modulador de nuestra relación con Dios y nuestra vivencia de la alianza. Tanto en la tradición histórica como en la sapiencial, la riqueza de matices que presenta la expresión se resume a una sola: reconocer quién es Dios y su señorío sobre nosotros, y reconocer quiénes somos nosotros, nuestra dependencia y la desproporción que existe entre él y nosotros. Lo primero nos lleva al estupor, la reverencia y la adoración; lo segundo nos lleva a la humildad, a la obediencia y a la alabanza. Vivir la alianza con Dios requiere, por su propia naturaleza, vivir este «santo temor» que nos sitúa en la verdad. El NT, en la línea de la tradición veterotestamentaria, nos invita vivir un correcto y sano «temor del Señor» que nazca del amor a Él y no directamente del miedo a su castigo. Hoy, más que nunca, hay que recuperar el sentido genuino del «temor del Señor» a la luz de la revelación bíblica.