El presente escrito tiene un doble propósito. Criticar, primero, la imagen, ampliamente difundida, de un Jesús mayoritariamente incomprendido en su entorno social. Mostrar, después, el carácter popular de su persona y su mensaje, así como la popularidad de que habría gozado entre la gente de su condición. En el marco de las actuales investigaciones sobre cultura popular, la metodología aquí utilizada se caracteriza por usar una definición de “sector popular” basada en criterios socioculturales específicamente pertinentes para el imperio romano, e identificar a sus miembros a partir de las actitudes cognitivas y prácticas que distinguirían a dicho sector respecto a las élites dominantes.