XXII JORNADAS DE LA ASOCIACIÓN BÍBLICA ESPAÑOLA
Durante los días 6 a 8 de septiembre se celebraron en el Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid las XXII Jornadas Bíblicas de la Asociación Española, con el tema “Memoria. Palabra. Escritura. La génesis viva del texto”. Participaron en torno a setenta miembros de la ABE y algunas personas más que estaban interesadas en asistir a las ponencias. Las Jornadas comenzaron con unas palabras de bienvenida de David Álvarez Cineira, organizador local de las mismas. A ellas respondió Juan Miguel Díaz Rodelas, director de la ABE, quien presentó el tema, a los ponentes, los seminarios (este año enriquecidos con el de Evangelios y AT, y el de Biblia y Pastoral, de reciente creación), las sesiones informativas de libros y proyectos, y las elecciones que tendrían lugar. Agradeció el trabajo de los directores de seminarios y la presencia de Mercedes García Bachmann –la invitada americana– y de José Luis Albares, director de la Casa de Santiago, de Jerusalén.
Las ponencias constituyeron, como es costumbre, la espina dorsal de las Jornadas. Este año tomaron la palabra sucesivamente los profesores Samuel Byrskog, de la Universidad de Lund (Suecia), Juan Chapa, de la Universidad de Navarra, y Horacio Simian-Yofre, del Pontificio Instituto Bíblico. Presentado por Carmen Bernabé, el Prof. Byrskog pronunció en inglés una muy interesante ponencia titulada “From Orality to Textuality: The Emergence of a New Form-Critical Paradigm”. Empezó poniendo de relieve diferentes formas de oralidad y diversas formas de entenderlas, así como un cambio en la noción de narratividad. A continuación pasó a señalar tres componentes centrales de la historia oral: los testigos oculares, la tradición y la memoria (esta última, relación crucial entre historia oral y tradición oral). En opinión del Prof. Byrskog, resulta esencial distinguir entre la memoria de los individuos y la memoria colectiva del grupo (así como entre memoria social y memoria colectiva). Acto seguido pasó a hablar del potencial de la chreia como entidad crítico-formal, una importante herramienta de formación tanto en los estudios retóricos como para el ejercicio de la memoria y la transmisión. Tras aludir a un ejemplo de comprobación a propósito de las chreiai en Mc 1,35-39, el Prof. Byrskog concluyó que los cristianos vivieron de la tradición del pasado, pero también crearon nuevos episodios que imitaban lo que ellos consideraban que había sucedido.
Presentado por Santiago Ausín, Juan Chapa ofreció una espléndida ponencia: “La materialidad de la Palabra: manuscritos que hablan”. Después de poner de relieve la importancia de los textos para los primeros cristianos (cf. 2 Tim 4,13) –lo cual no significa la desaparición de la dimensión oral–, el Prof. Chapa puso de manifiesto las limitaciones a que se enfrentan los estudiosos en este terreno: escasez de manuscritos del siglo II; limitación geográfica (Egipto); deficientes condiciones de conservación (fragmentos); aparente mala calidad de los manuscritos (escritura “documentaria reformada”: entre la documentaria y la literaria). Acto seguido pasó a destacar tres elementos: la preferencia cristiana por el códice, el empleo de nomina sacra y las ayudas leccionales. Aunque no es una invención cristiana, los hallazgos demuestran una preferencia cristiana por el códice (probablemente preferencia de tipo práctico). En cuanto a los nomina sacra (theos, kyrios, christos, Iesous, etc.), parecen indicar una reverencia semejante al empleo de caracteres paleohebreos en el caso del nombre divino en textos judíos. Probablemente, la contracción de la palabra con barra supralineal sea un invento cristiano. Finalmente, un estudio detenido de los textos arroja la idea de que los cristianos se guiaron por cuestiones prácticas: códice, escritura legible, sencilla, no literaria, con márgenes amplios, a una columna, con correcciones. Además, muchos textos se han encontrado en basureros, lo cual hace pensar en objetos “no sagrados”, destinados a ayudar en la lectura pública (litúrgica). El texto sería la partitura, por tanto estaría subordinado a la oralidad y, en último término, a la comunidad como elemento último de control.
Finalmente, presentado por José Luis Barriocanal, el Prof. Horacio Simian-Yofre pronunció una sugestiva y provocadora ponencia: “La esclerosis de la Palabra: la Escritura”. En ella, según manifestó, se proponía hablar del riesgo de muerte de la Palabra escrita y su posible resurrección. En primer lugar se centró en la relación Sagrada Eacritura – canon, poniendo de relieve algunas dificultades de la “lectura canónica” (por ejemplo, un no creyente no podría llegar a la profundidad de la Escritura). Tras defender una relación dialéctica (no disyuntiva) entre sincronía y diacronía, el Prof. Simian propuso la exégesis crítica e histórica como elemento necesario para una legítima exégesis canónica. Acto seguido abordó el tema de la relación entre la Escritura y la Sagrada Biblioteca (es decir, la intertextualidad). Comenzó con una cita del personaje de El nombre de la rosa Adso de Melk: “Los libros hablan de libros”. En cierta manera –dijo el Prof. Simian–, fijar un texto es destruir un caleidoscopio, pasando a la propuesta de que una genuina lectura canónica debe ser una lectura intertextual (poder escuchar las conversaciones de los libros). Así, se debería pasar del rigor mortis del canon a una lectura abierta de la Escritura, para lo cual lo primero que se requiere es un lector, de modo que ese lector sea como el músico para la música o el espectador para el arte: alguien que contempla-ejecuta una partitura. Sin interpretación, el texto no existe. Aunque esa lectura abierta también debe tener sus límites.
Junto a las ponencias también hay que destacar el trabajo de los Seminarios. Este año han funcionado cinco: los ya clásicos de Antiguo Testamento, Orígenes del cristianismo y San Pablo, más Evangelios y Antiguo Testamento, y el recién creado de Biblia y Pastoral, que tuvieron la oportunidad de desarrollar sus trabajos en tres sesiones.
– En el de AT se presentaron las siguientes comunicaciones: Mercedes García Bachmann, “A la búsqueda de las trabajadoras en la Biblia”; Mercedes Navarro, “De Diosa a mujer: el mito de Eva en su trasfondo cultural y mítico”; Paco Ramis, “Noadía, una profetisa del AT”; Carmen Yebra, “Las mujeres del libro de Jueces en el grabado. El crimen de Guibeá”; Guadalupe Seijas, “Una aproximación interdisciplinar al libro de Rut”, y Santiago Ausín, “La mujer en Qumrán y su presencia en los textos”.– En el de Evangelios y AT se siguió trabajando el evangelio de Marcos. En concreto se presentaron tres comunicaciones: Luis Sánchez Navarro, “Jesús según las Escrituras. El AT y la identidad de Jesús en Mc”; Paco Pérez Herrero, “El AT en Mc 14-15”; Lorenzo de Santos, “Trasfondo bíblico de la mano en Mc”.– El Seminario de NT u orígenes del cristianismo continuó con el tema de la evolución de las creencias y de las prácticas en el cristianismo de los orígenes. En concreto se presentaron las siguientes comunicaciones: Tomás García-Huidobro, “Experiencia religiosa y conflictos en el cuarto evangelio. La escenificación litúrgica del evangelio frente a las visiones celestes”; Joaquín Martínez, “Memoria cultural y desarrollo humano en el evangelio de Mc”; Carmen Bernabé hizo la presentación del libro de B. R. Gaventa / R. B. Hays (eds.), Seeking the identity of Jesus. A Pilgrimage, seguida de la correspondiente discusión; finalmente, David Álvarez Cineira hizo la presentación de la obra de H. Räisänen, The Rise of Christians Beliefs.– En el Seminario sobre san Pablo fundamentalmente dialogaron sobre el último libro de Federico Pastor, proponiéndose seguir trabajando el tema del ministerio.– En el Seminario de Biblia y Pastoral, al ser un seminario de nueva creación, lo primero fue conocer las experiencias que se están desarrollando sobre formación bíblica, pastoral bíblica, etc. En ese sentido, Rocío García comentó su trabajo con el equipo de formación bíblica de los misioneros del Verbo Divino y la editorial Verbo Divino; Florencio Abajo presentó los proyectos de animación bíblica de La Casa de la Biblia, y Justino Martínez y Javier Velasco comentaron el proyecto “Despertar las semillas”, que se desarrolla en el ámbito de Cataluña. También estaba previsto que intervinieran (y algunos mandaron información) Fidel Aizpurúa, Juan José Valero y Jaime Asenjo. Conducidas eficazmente por Elisa Estévez, las sesiones informativas fueron dos. e).
En cuanto a proyectos propiamente dichos, Mercedes García Bachmann, invitada americana a las Jornadas, presentó el ISEDET, un instituto académico argentino que reúne a nueve Iglesias y posee cuatro programas (bachillerato, licenciatura, maestría y doctorado), y RIBLA, una revista bíblica latinoamericana (accesible también on-line). Mercedes pidió mayor contacto con los biblistas españoles, de forma que se pudieran aprovechar materiales, estudios, etc. Terminó su intervención agradeciendo la invitación tanto a la ABE como a Verbo Divino. En el turno de preguntas, Mercedes Navarro se interesó por el trabajo de biblistas feministas y de mujeres. También Joaquín J. Martínez opinó sobre la difusión gratuita de materiales bíblicos de biblistas de habla española.
Juan Miguel Díaz Rodelas informó durante una de estas sesiones informativas sobre la trayectoria de la inminente Biblia de la Conferencia Episcopal Española, la Sagrada Biblia. Nació en 1996 en un encuentro de obispos-teólogos sobre la Dei Verbum. Ha reunido un equipo de unas veinte personas dirigido por Domingo Muñoz León y él mismo como secretario. En 2002-03 se entregaron los textos para su revisión; en 2008 la CEE dio su aprobación; en junio de 2010 ha llegado la recognitio del dicasterio para el Culto Divino; en diciembre de 2010 se espera su aparición y, al parecer, en febrero de 2011 habrá un congreso de presentación.
La segunda cuestión de la que informó Juan Miguel fue la marcha de la Pontificia Comisión Bíblica, de la que es miembro. Tienen dos sesiones en la segunda semana de Pascua, donde los miembros de la PCB trabajan sobre los materiales que previamente se han enviado unos a otros. El tema sobre el que están tratando actualmente es el de la inspiración de la Sagrada Escritura.
La segunda de las sesiones informativas empezó con la intervención de José Luis Lacasa, director de Engrupo Viajes, que comenzó felicitando al nuevo director de la ABE y su Consejo Directivo, y agradeciendo al director saliente y su Consejo. Presentó su agencia de viajes, una empresa de turismo cultural y de peregrinaciones con dilatada experiencia, señalando que “la Palabra se hace geografía e historia”. Asimismo insistió en la necesidad de cualificar el mundo de las peregrinaciones, de seleccionar bien los proveedores, de colaborar con los cristianos de Tierra Santa y de cuidar a los guías. Concluyó poniéndose a disposición de los miembros de la ABE. Por último, Patricio Navascués presentó la recién erigida Facultad de Literatura Cristiana y Clásica San Justino, de Madrid, continuación natural del Instituto de Filología Clásica y Oriental San Justino. Se trata de una Facultad dedicada a la enseñanza de lenguas clásicas y orientales (más arqueología bíblica). Con el Instituto que le sirve de matriz ha organizado unas Jornadas anuales sobre la filiación, y cuenta con una biblioteca especializada de unos 12.000 volúmenes. La Facultad concederá grado de máster y doctor, y mostrará un interés especial por el mundo oriental cristiano.
En cuanto a la vida asociativa, este año hay que hacer mención especial de la renovación del Consejo Directivo de la ABE. De las pertinentes votaciones salió un Consejo Directivo constituido por: Santiago Guijarro como director de la ABE; Carmen Bernabé como subdirectora; Guadalupe Seijas, José Luis Barriocanal, Gonzalo Flor y Juan Chapa como vocales; y David Álvarez Cineira como secretario. Un Consejo que recibió el aplauso y las felicitaciones de todos los presentes.
En el capítulo cultural y celebrativo hay que destacar el hermoso paseo nocturno por la ciudad de Valladolid en autobús descapotable. Las fiestas de la Virgen de San Lorenzo, con sus fuegos artificiales, adornaron aún más si cabe el recorrido. Al día siguiente tuvo lugar el plato fuerte, con la visita al Museo Oriental, guiada por el propio director del museo: un espléndido recorrido por las salas dedicadas a China, Japón y Filipinas del que es el mejor museo de arte de Extremo Oriente de España.
Inmediatamente después de la visita al museo tuvo lugar la eucaristía presidida por D. Ricardo Blázquez, arzobispo de Valladolid. En la homilía manifestó comprensión por la tarea exegética y animó a los biblistas a continuar sirviendo a la Iglesia desde su puesto específico. En la eucaristía hubo un recuerdo especial para nuestros amigos fallecidos en el último año, Javier Velasco Yeregui y José Antonio Marín, ambos directores de la Casa de Santiago, de Jerusalén.
Y después de la eucaristía, la cena homenaje a los miembros de la ABE que llegan a la cumplida edad de los setenta años. En esta ocasión estaban presentes en las Jornadas Santiago Ausín, Pablo Laguna y José Manuel Sánchez Caro. Sus laudatores fueron respectivamente Gonzalo Aranda, Justino Martínez y Santiago Guijarro. Los asistentes, entre los que se contaba D. Ricardo Blázquez, no sólo tuvieron ocasión de degustar un magnífico lechazo, sino de formar parte de una reunión amistosa, cálida y entrañable.
Las Jornadas concluyeron, como no podía ser de otra manera, con el capítulo de agradecimientos. El nuevo director, Santiago Guijarro, reiteró la gratitud al Consejo Directivo saliente en las personas de Juan Miguel Díaz Rodelas, Paco Ramis, Elisa Estévez, Julio Lamelas y Pedro Barrado, por su esfuerzo en las realizaciones conseguidas, su servicio y dedicación. También agradeció a los tres ponentes sus espléndidas intervenciones. A los coordinadores de Seminarios, por su inestimable trabajo. A Elisa como coordinadora de las sesiones informativas. A la editorial Verbo Divino, por su ayuda y disposición. A Engrupo Viajes, por el apoyo que presta a la ABE. A la invitada americana de este año, Mercedes García Bachmann. A los Padres Agustinos, especialmente al procurador de la casa, el P. Fernando, y a David Álvarez, por toda la ayuda prestada y su servicialidad. Y, finalmente, a todos los asistentes por la participación: la ABE es una experiencia de fraternidad e incluso eclesial.